Este hecho parece  más un avance del futuro que del presente, sin embargo, en Libera-T,  hemos seguido este modelo de trabajo desde nuestros inicios en 2015 y podemos confirmar que tanto los profesores como los alumnos rinden mucho más  en cuatro días que haciendo uso también del último día lectivo de la semana, esto lo pudimos contrastar durante nuestro primer año de trabajo ya que durante el primer trimestre probamos a trabajar también los viernes y comprobamos que la afluencia era baja y además no era tarea fácil motivar al alumno cuando sus pensamientos estaban más fuera que dentro del aula,  por lo que decidimos suprimir este día en beneficio de nuestras recuperación de clases para alumnos que lo piden expresamente bajo reserva y los resultados son asombrosos.

La rutina es importante tanto para mayores como para pequeños pero eso no significa que cuanto más días de rutina más felices y productivos somos y, por eso, deseamos que el modelo que acaba de implantarse en Nueva Zelanda, nuestro modelo, sea copiado más pronto que tarde por todos los países del mundo.